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Mostrando entradas de diciembre, 2008

Cinco niñas con Mario

Tras el clamoroso éxito de la misa negra por la familia convocada por las gemelitas, mamá payasa se ha puesto en plan borde y ha decidido repudiarlas en un Auto de Fe público que será transmitido en directo desde el baño de señoras del Alcampo de Utebo. La ceremonia, con diseño de vestuario a cargo de Agatha Ruiz de la Prada, comenzará con la declaración solemne de la niña de que las gemelas no son hijas de Catalino el de Orense, sino producto de un lamentable experimento pseudogenético con una sobrasada pasada de fecha y un escarabajo pelotero traído de lejanas tierras. A continuación, las gemelas aparecerán disfrazadas de sirenas, y procederán a cambiarse el nombre. Apostasia será Acidez, y Prudencia se llamará Cagueruela de ahora en adelante. El éxito del programa será tal que no se descartan secuelas durante los próximos tres milenios.

El discreto encanto de la niña

Todo el amor que sentías huye a la velocidad del olvido. Tu cuerpo ya no es tu cuerpo, hacen fiesta tus enemigos a la puerta de la que fue tu morada. Son sus hogueras mi aliento, soy el fuego que acaricia el umbral de tu recuerdo, ven cada noche a traerme la venganza, la ira, la avaricia de tus manos en las mías para siempre.

Sostiene la niña

El antílope fue devorado por su admirado león.

Sonrisas de una niña de verano

La insostenible niña está en éxtasis. Ha renunciado a los hombres y enseña gimnasia en un colegio para señoritas lerdas de la provincia de Albacete.

Crónica de una niña anunciada

Tras postularse sin éxito para la presidencia de honor del club de fans de Sonia y Selena, las gemelitas payasas están desasosegadas y cariacontecidas. Mami payasa y Apendicitis están de resaca, así que no se puede contar con ellas para nada. Las nenas aprovechan la coyuntura y declaran la guerra a Inditex, pero se beben los cócteles molotov en vez de lanzarlos, y así no hay campaña militar que avance. Lo que hay que aguantar.

Los últimos días de la niña

La entrañable hermandad de las niñas asesinas celebra su gala maléfica anual. El infierno empieza aquí.

Por el camino de la niña

Uno es el nombre que callan todas las gargantas, dos las palabras prohibidas que gritaste, tres las caricias que tu piel infligió a mi vientre, cuatro los vientos que masticaban tu conjuro. Al abrigo de estos muros puedo afirmar con verdad que nadie sabrá nunca pronunciar tu agonía como el aire que viene del país del este.

Niña y castigo

Varios millones de palabras se rebelan contra el magnífico destino de los árboles veloces caminan sin ruido hacia el mar tal vez hacia el mar de los muertos Serán olvidadas sin promesas para el mundo futuro todas las sombras ríen abiertamente su caída huyen sin prisa y sin mirar el horizonte