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Los pilares de la niña

La inmaculada niña de los siete resplandores, en plena posesión de sus facultades psicofánticas, elevó su mirada al invernal cielo, y decidió que no podía con la vida, así que decidió sin tardanza vender un canal de televisión que tenía y que no emitía más que documentales sobre la jota de Villamoronta en 3D. La transacción fue un exitazo, porque resulta que las miembras de la junta de la Asociación de Exalumnas de la Escuela Superior de Albañilería Creativa estaban súper al loro para hacerse con el mencionado canal y utilizarlo para difundir sus comunicados diarios contra la sociedad de consumo. Total, que con el pastón que se ha embolsado, la adorable muchachita se ha comprado nada menos que la mismísima sociedad de consumo, y la tiene en casa, encima de un tapete de ganchillo que le ha tejido Apendicitis, y que le provoca vómitos solo de recordarlo, así que ahora no lo tiene que ver, y la paz y la armonía (¿o será el contrapunto?) reinan, una vez más, en la mansión payasa.

La increíble y triste historia de la niña payasa y su abuela desalmada

La insobornable niña, indignadísima por no haber obtenido el premio Nobel de paracaidismo sin bragas, ha batido varias veces el record mundial de echarle la culpa a gobiernos de países absurdos. La ONU ha enviado a Carla Bruni con un surtido Cuétara para intentar calmar los ánimos, pero nada hace presagiar un cese de las hostilidades en las próximas horas. En la mansión payasa se vive una calma tensa, que ha sido aprovechada por Apendicitis para estrechar lazos con Catalino, el Orense, sin que el desventurado sospeche que todo es una estratagema para conseguir que pague la suscripción a la revista de la Asociación de Meningíticas Anónimas, que es la que marca las tendencias desde hace dos telediarios.

Niña a la vista

La superespitosa niña de las tristes primaveras, que tenía una mañana estorbadísima, decidió que lo que su familia necesitaba era entrar en contacto con su yo interior y los mandó a todos a Machu Pichu, con el encargo de buscar localizaciones para el próximo videoclip familiar. Imagínense el panorama en el avión, con toda la troupe desbarrando y sin mami payasa, que se había quedado en casita tomando sopicaldos, para controlarlos. Varias azafatas sufrieron ataques de ansiedad, y el piloto acabó con el vello púbico teñido de rosa fucsia, que le combina con todo. Al final la aeronave fue desviada por la fuerza aérea estadounidense, que, escarmentada por las nefastas experiencias anteriores, no se fiaba un pelo de las expediciones payasas. Acabaron todos en Guantánamo enseñando a los guardias a hacer mojitos, y la reina payasa les envía paquetes llenos de latas de berberechos mientras celebra constantes fiestas elegantes para celebrar que no tiene que bregar con semejante colección de ar

Pasión de las niñas

El apocalipsis de San Juan parece un gazmoño guateque de convento de clarisas comparado con la que la troupe ha montado en la sala VIP del aeropuerto de Hastingtons - Five Villages. Resulta que tenían pensado volar a varios destinos elegantes y remotos, pero el vuelo tenía la salida justo a la hora en que el único controlador aéreo disponible estaba en su pausa para el bocadillo y la sodomía, regulada por convenio. El retraso anunciado fue de cinco minutos, pero la cólera de la niña desató una tormenta mediática de la que se hicieron eco hasta los periódicos escolares del estado de Kansas. Toda la familia se hizo fan del controlador, y lo elevaron a los altares sin tardanza, y así andan, inventando rituales, a cuál más desagradable, para adorar a su nueva deidad, que, entre misa y misa, intenta pintarse la raya del ojo para tener una mirada sugerente y misteriosa, que le parece lo más al muy memo. Ni que decir tiene que hace tres días que no despega un vuelo, y ni los ángeles se aventu

Las niñas del Brasil

La niña ama el verano, tiempo amable de plenitud y sinuosas noches de caricias y cantos. Con ojos entornados observa el horizonte y piensa nuevos nombres para la tormenta, niña bendita de piel esmeralda, pulida por el inabarcable abrazo de todos los mares y todas las sombras. Zarpa con rumbo a mis sueños, payasa infalible y eterna, naufraga lentamente en mi aliento agitado y traidor.

Niñas que viniveron a mi boda.

tu sombra resume toda palabra, toda amenaza o reflejo, todo imprevisto, casi tiemblo si tu sombra avanza por mis labios que se abren para ser para siempre tu sombra

La niña está debajo de un almendro

cuando no respiro pienso tu nombre, digo tu nombre sin aire sin descanso, sin pausa sin paciencia, de tu nombre exijo mi alimento mi paz mi propio nombre que casi no recuerdo cuando no respiro

Una pez llamado niña

Un universo de miradas desgrana su canción escondida su canción secreta, su nombre verdadero. En el vientre de la niña todo es primavera todo es el mundo todo existe para su vientre incandescente en estas horas inciertas. Ven cada noche, rugen sus fieles, acepta nuestras súplicas, devora nuestros cuerpos, olvida nuestros rostros para siempre.

Las niñas del Rey Salomón

Estupor y temblores han causado las últimas declaraciones de la indescifrable payasita a la revista de la Asociación Internacional de Tontas. En una entrevista a corazón abierto, la ofensivísima mentecata ha declarado desconocer todo sobre el sexo y sobre Derrida, porque desde que era una jovencita inocente (ha sido incapaz de recordar la fecha) decidió passar totalmente de los hombres cuyos apellidos empiecen por D. Posteriores investigaciones de la CIA, el FBI, la NASA y la INTERPOL han descubierto que lo que pasó es que la chabacana muchachita, tras haberse trasegado todo el botiquín del kindergarden, potó como una perraca encima de su agenda Vuitton, abierta en ese fatídico instante en la letra D, condenando eternamente a la nena a ser una analfabeta deconstructivamente hablando. Que el infierno se la trague.

En niña hostil

Patrocinio de las Santas Niñas, nombre artístico elegido por Catalino, el de Orense, para postularse como candidato progubernamental en las elecciones a delegada de la clase en la escuela-taller para barriobajeras con necesidades educativas especiales, se ha dado cuenta de que todas sus posibles votantes deberían ser esterilizadas lo antes posible, y se ha puesto manos a la obra, con ayuda, como no, de la intrínseca Niña y de toda la troupe payasa. La sangre llegaba al techo en el momento de escribir estas líneas, así que han decidido entre todas transformar el evento en una elegantísima "Sterilize Zombie-Party", y han contratado a Nawja Nimri para amenizarla (y de paso, esterilizarla a ella también, que menudo peligro). El éxito del evento será brutal, y ya hay cadenas que anuncian secuelas y precuelas. Lo peor.

Una niña bajo la lluvia

Mentía la niña al nombrar a los pájaros, ansiaba tan solo desgarrar su carne con asesino furor.

La niña y la doncella

La insobornable niña que vino del frío no puede con la vida. Desde su lujoso apartamento frente a Central Park hace planes para la próxima temporada, con una copa de champán siempre al alcance de la mano. Cuando despierta, el maldito dinosaurio sigue ahí.

Vampiros Lesbos Infantil

Se retira del mundo para preparar a fondo las oposiciones a niña del exorcista y la hospedería del convento en la que se aloja acaba transformada en un spa de lujo para viajeros hastiados y/u hostiados. Perversión en el claustro, sadomaso en el huerto, sodomía en el refectorio. El padre prior se opera hasta de las pestañas

Never mind the niñas

abro esta puerta despacio y lentamente observo tu sueño tranquilo esta suerte de universo que formas al dormir este descuidado prodigio que son tus ojos cerrados esta puerta que divide el espacio entre lo que es y lo que apenas intenta existir cuando tu cuerpo despierta este espacio recogido que describo con torpes movimientos de mis manos que se acercan de nuevo a esta puerta con reverencia con temblor tal vez transformadas mis manos en silencio con que velar tu descanso mientras abro de nuevo la puerta y permanezco sin respirar y sin cantar las canciones que hablan de tus manos tus labios tus palabras las canciones que olvidaste cuando cerraste los ojos detrás de la puerta