La niña durmiente

Las gemelas y Apendicitis han hecho piña y no se separan ni para retocarse el maquillaje. Siguen un turno riguroso de actividades imprescindibles: mientras una de ellas prepara los martinis, otra pone cara de asco, y la tercera escribe indignadas cartas a los periódicos exigiendo la inmediata publicación en DVD de todas las películas de Teresa Rabal. Mamá payasa, como era de esperar, passa totalmente de ellas, y se dedica a protagonizar simpatiquísimos escándalos políticos, no descartando hundir un par de economías mundiales de aquí al fin de semana. ¿Hay algo más hermoso que una familia que se emborracha unida?

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