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Mostrando entradas de 2009

La niña lunaire

La niña payasa ha decidido comenzar el año escribiendo y protagonizando un novelón de muchísimo cuidado ambientado en la Suecia profunda, lugar que la mentecatísima a duras penas distingue de Boquiñeni. La cosa irá como de retratar la sociedad sueca con mucho claroscuro y dramatismo. En el primer volumen del novelón, que se titulará "Los hombres que no amaban a los arenques", la nena hará de editora de una revista de tendencias tan avanzada que no la leen ni los que la escriben, así que tienen un éxito estrepitoso con cada número, lo que obligará a la nena a pasarse chorropotocientas páginas de Upsala a Malmö y de Malmö a Ekilstunna, eso sí, cambiando el modelazo en cada viaje. Al final hay un crimen horroroso que la nena resuelve sin despeinarse gracias a que es una expertísima en informática. En el segundo volumen, "La niña que soñaba con Ikea y un bidón de gasolina", la nena, ya transformada en la reina de las revistas del corazón para hackers, es secuestrada por

Caballo es vivir

Navidad en la mansión payasa. Las gemelas se han casado y divorciado varias veces entre ellas, y hasta el menú de la nochebuena estuvo en manos de los abogados, con resultados catastróficos. Mamá payasa ha interpuesto varias órdenes de alejamiento contra ellas, pero resulta que en el rifirafe, los abogados se han hecho íntimísimos de varios miembros de la familia comprada, mientras que el resto pasa totalmente de ellos. Fascitis Plantar deambula por la mansión, y se ha puesto tanto bótox que cuando quiere sonreír lo que pone es cara de asco, lo que no ayuda a pacificar el ambiente, que digamos. Catalino el de Orense ya no aguanta más, y su terapeuta le ha obligado a tomar purgantes tres veces al día, así que ríanse de la niña del exorcista vomitando verde. El ambiente en la comida del día de navidad fue tan tenso que Juan Manuel de Prada ya ha escrito tres artículos para el ABC sobre el particular, figúrense ustedes.

Oscuras niñas de agosto

Monumental fracaso: el último maxisingle de "Hirsuta Muchacha", "Podría ser putón (pero soy buena) feat. Fascitis Plantar (Tontasdecapirote Club Remix)", no ha conseguido su objetivo de provocar el suicidio de Dan Brown y todos sus lectores.

Qué he hecho yo para merecer a la niña.

Muertos y heridos hubo el otro día en la puesta de largo de las gemelas. El acontecimiento del año de la vida social tuvo lugar en el aparcamiento del Alcampo de Utebo, en un momento en que los de seguridad asistían a un curso de sodomía para el nuevo milenio. Se congregaron miles de invitados y se repartieron la botella de Freixenet que la nena había robado previamente. Después devoraron a los seguratas que volvían del cursillo y se fueron todos en manifestación al convento de Santa Catalina, a profesar, que les dio el rollo místico. Pero la superiora del convento era la amante de una de las seguratas, y estaba de un humor espantoso, imagínense, así que los mandó a todos a escaparrar y se quedaron compuestos y sin toca.

Las niñas de Salem

Es el constante amor del viento del este el amor que destruye a la niña payasa, el que amenaza su vientre con cálidos susurros. Callan sus ojos el fin de la ternura, el amanecer del tiempo futuro, un tiempo desnudo y silencioso en el que llorará la niña todo lo que olvidó entre las sombras de los edificios del invierno.

Las niñas del círculo polar

La niña, por fin, va a ser beatificada. Será elevada a los altares en una ceremonia íntima a celebrar el próximo domingo en la sauna Saint Peter de Leganitos. Será declarada patrona de las farmacias, y se ha comprado para la ocasión una túnica ideal, en tonos dorados con incrustaciones de pedrería. Millones de fieles blasfemarán en su nombre y todo será encantador. El papa ha amenazado con publicar catorce encíclicas si no es invitado, pero la nena teme que le eclipse el modelazo, así que la diplomacia trabaja a toda máquina.

No es bueno que el hombre esté solo con la niña

"Antes me hago una autopsia" fueron las palabras exactas con las que la nena excusó su asistencia a la cena anual de arrabaleras tartamudas.

La niña de Troya

El pánico se apoderó del mundo libre cuando se hizo pública la noticia de que la detestable niña había decidido protagonizar una película histórica ambientada en Alejandría y titulada "Agora no me da la gana a mí, ea", en la que interpretaría a una sabia sapientísima a la que un día le salía del parrús organizar un concurso llamado "Miss Bibliotecas", y claro, se presentaban concursantas hasta de la provincia de Washington, con lo que ya no hacía falta que Colón se fuera a descubrir América ni nada, y tras un par de escenas de multitudes correteando por todos los rincones, al final todos se comían una paella gigantesca en la Plaza Mayor de Alejandría, debajo del ayuntamiento, en plan rollo multicultural e integrador. Incluso se habían enviado varios autobuses a Barcelona a secuestrar gafapastas buenrollistas para el atrezzo de la paellada, pero al final resulta que el presupuesto se agotó tras comprar un paquete de folios, así que la superproducción histórica se ac

Cría niñas

La nena quería un poco de paz, pero nadie en la casa encontró un diccionario para buscar la palabra, así que siguieron a lo suyo. Hasta que se armó la marimorena, cuando se descubrió que la familia nueva era toda de derechas, ya ven qué manía. Qué profundidad de debates ideológicos, qué análisis tan certeros de la situación geopolítica, tertulias en todos los rincones, ponencias hasta en el excusado, comunicados sin cuento, corrupción a mansalva, especulación hasta para ir a comprar las aceitunas de los martinis. Pero todo se olvidó cuando se descubrió que la familia comprada procedía toda de células madre de Catalino, el de Orense, y Fascitis Plantar, y que, para mayor escarnio, habían hecho la fecundación en un bote de mayonesa que llevaba en la nevera desde el día que Fraga se bañó en Palomares. Hasta el gato se ha hecho análisis de sangre, pero son todos tan ofensivos que lo han hecho pensando que después les iban a dar un bocadillo de jamón, así que cuando descubrieron que ni jamó

Ser o no ser la niña

La ansiada y definitiva niña ha repudiado a toda su familia. Estaba hasta la pepitilla de escándalos, así que ha passado de todos ellos con un gesto de su mano enguantada. Hasta se ha comprado una familia entera nueva, tal era su ardor. Pero, lo que son las cosas de la intolerable y adorada chiquilla, hacer efectivo el repudio y empezar a echarles de menos fue todo uno. Así que se fue corriendo a reencontrarse con ellos, y lloraron y sufrieron todos como camellas. Ni que decir tiene que el ambientazo en Chez Payasa es bárbaro, con la familia antigua en fase de descontrol y la familia nueva poniéndose al día a base de martinis. Hacen todos botellón en el jardín zen, y juegan al escondite en el vestidor de la nena, que ya ha vendido tres veces la exclusiva a tres programas de televisión, a cual más desagradable.

La niña y la nada

Como si del aire extrajera la fuerza necesaria para el combate la aniquilación y la derrota, surca la niña los mares de los negros sueños con una expresión de triunfo en su castigado rostro. Tiemblan en sus cubiles las larvas de los enemigos, se devoran de impaciencia y temor ante el combate final.

Naturaleza muerta con niña

El sol del otoño llegará por sorpresa y conquistará tu mirada para siempre. Todo será el otoño desde ahora, advertido estás. Muerte al invasor.

Los pilares de la niña

Elabore una lista con los diez secretos que jamás querría confesar, las diez decisiones de las que se arrepentirá eternamente, los diez pecados que jamás soñará cometer y las diez tonalidades de gris que desearía velasen su mirada en el día de la traición definitiva. Envíela en sobre cerrado al concurso de lamentos de la niña payasa. El nombre del vencedor será susurrado en territorio enemigo al inicio de la quinta noche de la tercera luna llena después de las últimas fiestas.

La niña en Naxos

Algo que pudieras decir en voz alta sin que tu voz sonase falsa, sin que tu intención sonase falsa, sin que todo resultase falso e impostado, algo que quisieras, que necesitaras decir, algo que te fuera imprescindible decir, tan necesario como respirar, tan importante que no pudiese esperar, tan urgente que tu voz, acostumbrada a sonar falsa, adquiriese verdad por esa urgencia, por esa absoluta necesidad de alzarse sobre el ruido de la calle, las conversaciones de la gente que pasa, los gritos de las gaviotas, la música que huye de las atracciones de la feria. Algo como que el sol que esta tarde acaricia tu piel con ternura indecible es el mismo sol que cada mañana saluda toda belleza, todo horror, toda mirada perdida. Y que ese mismo sol es el que dentro de poco buscará en el horizonte otras miradas que encontrar.

Niña nueva

Tal vez lo más importante fuera el jardín, el color de las hojas que se veían desde la hamaca, el ruido de los coches que pasaban por la calle sin que le molestasen lo más mínimo, para sorpresa de todos los demás. Incluso el canto de los pájaros, que podía llegar a resultar obsesivo en algunos momentos, se integraba para él perfectamente en el todo del que también formaban parte el sol de media tarde sobre la enredadera, las pisadas de los gatos sobre las hojas secas de bambú e incluso la pequeña manta que se hacía a veces imprescindible para poder permanecer al aire libre. El jardín era completo en cada una de sus partes, y todas servían para devolverle al estado de calma y felicidad que echaba de menos todo el año al recordar las semanas de vacaciones. Se desperezaba con gesto lento en su perfecto jardín, y parte del tiempo en la hamaca lo empleaba en enumerar mentalmente todas las cosas que podría añorar después, creando un pequeño álbum fotográfico en su memoria.

La noche de las niñas vivientes

Contratada en este mundo sin autopsias para ejercer su nefasta influencia sobre los pobres hijos de la revolución, se tuerce su gesto al recordar canciones en lenguas prohibidas. La decisión está tomada: quiere la cabeza del bautista en bandeja de plata.

Contra la niña

Todo ha sido en vano.

La niña sin atributos

Promete la niña aceptación y consuelo pero es la vida la que ofrece sus favores en casa del herrero.

Niña al sol

Se aplica el autobronceador en el espíritu y se le tiñe todo de un naranja sospechosísimo.

La niña secreta de las palabras

En su inenarrable y particular travesía del desierto, arrasa la niña con todo a su paso. Ingresa en la cárcel del mundo y cumple condena en una tarde, mas, ay, no se arrepiente de sus sinrazones ni de sus desmesuras. Bueno, de sus desmesuras sí que se arrepiente un poquito, pero todo de boquilla, será petarda. Desterrada al silencio de los tiburones, es su furia un nuevo lenguaje con palabras de amor, de amargura, de autocomplacencia, de amanecer en los canales de Singapur, de antropofagia terapéutica.

Niña bleibet meine Freude

La defensa de la niña urde todo tipo de tretas para corromper al jurado, al tribunal, a la misma esencia de la justicia, no hay abismo de perversión al que no se arrojen, no conoce límite la furia destructora de la niña, y todo por aparcar en doble fila a la puerta del mercadona para hacer la compra para la troupe. Lo peor, vamos.

A funny thing happened on the way to the niña

No hay amor como el amor del calamar gigante. Alienta mi sinrazón el sutilísimo roce del calamar gigante. Inspira mi canción el imposible abrazo del calamar gigante. Asumo por bandera la canción de soledad del calamar gigante.

Había una vez una niña

La robadora niña avanza sigilosa entre las trampas de la noche y piensa: qué despiadado sol qué insospechado futuro de amenaza y condena aguarda entre las sombras, huye veloz por los pantanosos terrenos, por la dudosa luz del amanecer, se despoja en un instante de todos los disfraces pero no de todos los miedos que atesora su cautivo amanecer de gacelas

Dies irae dies puellae

Comparece ante la corte celestial la nena payasa con sus cinco continentes y reclama como propio el trono supremo.

Nueve niñas y media

Mira que es desgracia lo de la niña, que para un día que el misticismo le funciona y le atraviesa el corazón una flecha de amor divino, resulta que tenía hora para hacerse la pedicura y no tenía a mano el móvil para anularlo, total que al final ni pedicura ni unión mística, que con el estrés se le quitó el arrobo y encima se le quedó un mal cuerpo horroroso.

Niña y chocolate

y si resulta que no encuentran tortillas de maíz que se jodan y no hagan la receta que son una panda de gringas de mierda y así termina nuestro programa cocinando con la payasa vuelvan mañana a por más que recibirán lo suyo se los juro por dios que me mira se los digo llorando de rabia publicidad por el amor de dios peluquería maquillaje mi reino por un trankimazín

Las mejores niñas de nuestra vida

La casa-museo de la niña payasa ha batido un nuevo record: el 95% de sus visitantes sufre trastornos gástricos severos en los días posteriores a su visita. Los miembros de la troupe payasa se turnan para encadenarse a una señal de tráfico roñosa que hay cerca de la entrada, con lo que todavía aumenta más el interés de los visitantes, que pagan gustosísimos la carísima entrada. Las cifras de facturación de la tienda de recuerdos del museo tienen más ceros que los boletines de notas de las gemelas, que en la escuela púbica a la que asisten ya han sido nombradas directora y jefa de estudios, imagínense lo que tiene que ser el recreo en semejante infierno en la tierra.

Vida y opiniones de la niña, caballero

Se despide de su invierno la niña aterida adiós adiós, juro que no habrá otra voz en mi garganta que tu nombre tatuado en mi recuerdo que alguien suene un acordeón es una emergencia maldita sea

Qué he hecho yo para merecer a la niña

el nudo que aprieta tu garganta que te ahoga te asfixia te sofoca incluso, mi voz será rechazada por tu último aliento que gritará por fin una venganza acariciada amamantada, lo de siempre para un día de diario a estas horas

Niña y sus hermanas

Nadie sabe que bajo la gruesa capa de maquillaje late un corazón puro y honesto. Pero a nadie le importa un carajo.

Qué niña la de aquel día

Huyen por las avenidas y los bulevares la nena y su troupe perseguidas por sus fans. El éxito de Hirsuta Muchacha no conoce límites conceptuales ni prácticos, y el ansia por devorar cada aliento que sale de sus pecadores labios consume a sus admiradores en eterno fuego. Su tercer single, "Derrida me pone cerda", ha destruido el sistema occidental de valores y ha instaurado la era de Acuario. Apendicitis ha empezado a componer hits, y el grupo en pleno se halla en proceso de producción del siguiente elepé, que se titulará "Cerezos en flor en las proximidades del Pabellón Dorado", y que será un álbum conceptual, una especie de ópera rock que narrará un día cualquiera en la familia payasa, la lucha por la más alta plataforma, el martini más seco, el amor más verdadero, la melancolía más profunda.

Donde habite la niña

Toda la troupe ha formado un grupo musical de enorme éxito en el discopub de la plaza mayor de Alpedrete. Actúan constantemente en el retrete de la casa rural que hay al lado, y no hay día que no se reúna una enfervorizada multitud para enloquecer con sus hipnóticos ritmos. Elegir el nombre del grupo no fue fácil, al final se decidieron por "Hirsuta Muchacha", nombre comercial donde los haya. Su primer disco se titulará "El imperio de los sentados", e incluirá la colaboración de naranjito a los coros.