La niña secreta de las palabras

En su inenarrable y particular travesía del desierto, arrasa la niña con todo a su paso. Ingresa en la cárcel del mundo y cumple condena en una tarde, mas, ay, no se arrepiente de sus sinrazones ni de sus desmesuras. Bueno, de sus desmesuras sí que se arrepiente un poquito, pero todo de boquilla, será petarda. Desterrada al silencio de los tiburones, es su furia un nuevo lenguaje con palabras de amor, de amargura, de autocomplacencia, de amanecer en los canales de Singapur, de antropofagia terapéutica.

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