Entradas

Mostrando entradas de diciembre, 2010

Los pilares de la niña

La inmaculada niña de los siete resplandores, en plena posesión de sus facultades psicofánticas, elevó su mirada al invernal cielo, y decidió que no podía con la vida, así que decidió sin tardanza vender un canal de televisión que tenía y que no emitía más que documentales sobre la jota de Villamoronta en 3D. La transacción fue un exitazo, porque resulta que las miembras de la junta de la Asociación de Exalumnas de la Escuela Superior de Albañilería Creativa estaban súper al loro para hacerse con el mencionado canal y utilizarlo para difundir sus comunicados diarios contra la sociedad de consumo. Total, que con el pastón que se ha embolsado, la adorable muchachita se ha comprado nada menos que la mismísima sociedad de consumo, y la tiene en casa, encima de un tapete de ganchillo que le ha tejido Apendicitis, y que le provoca vómitos solo de recordarlo, así que ahora no lo tiene que ver, y la paz y la armonía (¿o será el contrapunto?) reinan, una vez más, en la mansión payasa.

La increíble y triste historia de la niña payasa y su abuela desalmada

La insobornable niña, indignadísima por no haber obtenido el premio Nobel de paracaidismo sin bragas, ha batido varias veces el record mundial de echarle la culpa a gobiernos de países absurdos. La ONU ha enviado a Carla Bruni con un surtido Cuétara para intentar calmar los ánimos, pero nada hace presagiar un cese de las hostilidades en las próximas horas. En la mansión payasa se vive una calma tensa, que ha sido aprovechada por Apendicitis para estrechar lazos con Catalino, el Orense, sin que el desventurado sospeche que todo es una estratagema para conseguir que pague la suscripción a la revista de la Asociación de Meningíticas Anónimas, que es la que marca las tendencias desde hace dos telediarios.