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Mostrando entradas de agosto, 2014

Pretty niña

Los relatos veraniegos de La Niña Payasa - Hoy: Alcocherí Toleré Alcocherí Toleré es voluntaria en una ONG que trabaja ayudando a las prostitutas en una miserable barriada de la ciudad. Las ayudan gestionando su agenda de clientes y buscándoles otros nuevos, vamos, que lo que son es una panda de mafiosos de tomo y lomo, y en realidad tienen a la pobre Alcocherí engañada. Les funciona como tapadera, porque la chica en realidad sí cree que está ayudando a las prostitutas a dejar esa vida. Pero lo que los mafiosos no saben es que en realidad Alcocherí es una policía de antivicio que se ha infiltrado en su organización para destruirles desde dentro. Ella le pasa la información a su superior jerárquico, el capitán Tantán, que es quien coordina la operación. El capitán está a sueldo de los mafiosos, así que coordinar, coordinar, no es que coordine mucho. O eso se cree él, porque en la policía saben desde hace tiempo que es un corrupto, así que le puentean y desde el cuartel gen

Caótica niña

Los relatos veraniegos de La Niña Payasa - Hoy: Unchiodo Diferrovecchio Unchiodo Diferrovecchio es el diseñador de zapatos más famoso del mundo. Cada una de sus creaciones se vende por miles de dólares, pues son absolutamente exclusivas y hechas a mano pensando específicamente en la clienta que las encarga. Los más exquisitos materiales, la más cualificada mano de obra, la más obsesiva atención al detalle hacen de cada par que sale de su taller una verdadera obra de arte, un signo de exclusividad y lujo que ninguna mujer querría perderse. Poseer uno de sus pares de zapatos catapulta a la afortunada mujer al olimpo de las mujeres más ricas y famosas. Además de la producción artesana, Unchiodo cuenta también con una fábrica que produce, en serie y por cuatro chavos, los mismos modelos en cantidades industriales. Esos modelos son distribuidos gratuitamente entre las profesionales del amor de las zonas más deprimidas de las metrópolis. Un ejército de putas lleva zapatos idént

El árbol de la niña

Los relatos veraniegos de La Niña Payasa - Hoy: Oleaginosito Fernández Oleaginosito Fernández es el hijo de un matrimonio fracasado. Sus padres se casaron por amor y pensaron que eso bastaría, pero pronto se dieron cuenta de lo equivocados que estaban. Para cuando intentaron buscar ayuda profesional, las heridas eran tan profundas que no hubo forma de solucionar sus diferencias, y su historia en común terminó con todo tipo de rencores. La guerra fue feroz. Años después volvieron a encontrarse y no se reconocieron, porque los dos habían cambiado de sexo y de nombre. Para cuando se dieron cuenta, ya estaban enamorados y decidieron volver a casarse. Esta vez todo fue sobre ruedas y formaron un matrimonio feliz y bien avenido hasta el fin de sus días. Pero la postrera felicidad de sus padres no animó al pobre Oleaginosito, cuya infancia transcurrió durante el infierno de la separación. Sus padres, para evitar que viviera momentos tan tristes, se lo quitaron de en medio enviándolo a u

El amigo americano de la niña

Los relatos veraniegos de La Niña Payasa - Hoy: Unadola Telecatola Unadola Telecatola es terapeuta familiar. Desde hace años se dedica a mediar y a resolver conflictos de los que se dan dentro de las familias, es decir, los peores. Su agenda está siempre llena, se diría que no hay una familia sana en los alrededores. Lo más curioso es que en los más de veinte años que lleva dedicándose a hacer terapia, Unadola no ha conseguido solucionar uno solo de los conflictos familiares de los que se ha ocupado, es más, todas las familias que han pasado por su consulta han acabado completamente deshechas. Y es que lo que nadie sabe es que Unadola es en realidad una delegada del infierno en la tierra, con lo que su misión en realidad es meter cizaña y no resolver ningún problema. Pero el mundo de la familia es tan complejo que nadie se ha dado cuenta hasta ahora, y ahí sigue ella, destrozando vidas y autoestimas como quien prepara una taza de té. Pero ahora, Unadola tiene un problema:

Niña se escribe sin hache

Los relatos veraniegos de La Niña Payasa - Hoy: Quetezumba Lacaneca Quetezumba Lacaneca es profesora titular de historia de la semicorchea con puntillo en el prestigioso instituto de la isla de Grumselfoldentivoorderer, al que acude la flor y nata de la adolescencia europea. Allí se forman los líderes de las naciones, los futuros cancilleres y primeras ministras, y también los grandes disolutos que acapararán las portadas de todo tipo de publicaciones. Dos de sus alumnas más famosas fueron las mellizas Utamá y Utapá, una casada con un multimillonario y otra muerta en extrañas circunstancias. Es verano, y Quetezumba está sentada en la terraza de su casita frente al mar. Es un día delicioso, el sol no calienta demasiado y la terraza es el centro de un mundo ordenado y tranquilo en el que ella se siente en paz con todo y con todos. Lo único que desea hacer realmente es permanecer allí con su libro y dejar que el tiempo se deshaga entre sus dedos sin prestarle atención, blanc

La invasión de los ladrones de niñas

Los relatos veraniegos de La Niña Payasa - Hoy: Utamá Tapacolunga Utamá Tapacolunga es la hermana melliza de Utapá Tapaconga. Pese a ser mellizas, las dos hermanas nunca se han llevado bien. Más bien se han llevado fatal, siempre peleando desde niñas. Utamá era la hermana guapa y popular, mientras Utapá era la hermana inteligente y reservada. Durante sus años de escuela, Utamá se dedicó sistemáticamente a martirizar a su hermana, haciéndole objeto de sus burlas, y enrolando a todos sus amigos enrollados en todo tipo de planes para humillarla. Cuando terminaron el instituto, Utapá se fue a la universidad. Allí pronto empezó a destacar como una alumna brillantísima, mientras Utamá ni siquiera consiguió matricularse y tuvo que buscar trabajo como limpiadora de estiércol en una granja de vacas tuberculosas, escuálidas y moribundas. La peste de la granja jamás la abandonaba, y su hermana organizaba excursiones en las que llevaba a los antiguos amigos del instituto a que vieran

Nadie hablará de la niña cuando hayamos muerto

Los relatos veraniegos de La Niña Payasa - Hoy: Utapá Tapaconga Utapá Tapaconga es una mujer sencilla. Todo en su vida es sencillo, su rutina diaria es el colmo de la sencillez. Lo único que no es sencillo en ella es su extrema inteligencia: para ella no hay nada más importante que la vida del espíritu, y al estudio ha dedicado su existencia. Tiene varios títulos universitarios, másters sin cuento y más doctorados que todo el colegio de médicos de Pernambuco. Su opinión es respetada en todos los círculos intelectuales y científicos, y constantemente participa en todo tipo de debates, foros y reuniones sobre los más sesudos temas. Suele caminar por la calle escuchando música clásica y leyendo a Schopenhauer. Y de esta guisa camina hoy, cuando al volver una esquina tropieza por descuido con Hesperifrasto Aarhusgrundbergottir, un bellísimo millonario que va rompiendo corazones a su paso. El choque no es muy fuerte físicamente, pero el contacto entre ellos despierta una espec

Espérame en Siberia, niña mía

Los relatos veraniegos de La Niña Payasa - Hoy: Hesperifrasto Aarhusgrundbergottir Hesperifrasto Aarhusgrundbergottir es un exitoso empresario danés, del mismo Copenhague de toda la vida. Pertenece a una familia de empresarios hechos a sí mismos desde hace generaciones. Generación tras generación de hacerse a sí mismos los ha convertido en una especie de superhombres altos, rubios y de cuerpos perfectos, irresistibles para las mujeres y para los hombres. Son todos tan hermosos que su simple presencia sirve para alegrar el día a cualquiera que tenga la suerte de coincidir con ellos. Hesperifrasto es particularmente agraciado, su belleza es tal que apenas puede caminar por la calle sin que docenas de hombres y mujeres se arrojen a sus pies suplicándole que le permitan entregarse a él de la manera que más le complazca. Él procura no sonreír, pues si lo hace la masa de gente que se abalanza para rogarle que les permita rozar el dobladillo de su abrigo se transforma en una verdadera h

La gran niña española

Los relatos veraniegos de La Niña Payasa - Hoy: Taumaturga de la Lalá Taumaturga de la Lalá es una humilde bordadora en un taller de costura especializado en trajes de flamenca. Tiene unas manos prodigiosas, que ejecutan con la mayor sencillez los diseños más intrincados. No hay gradación de color que ella no consiga de modo admirable, y sus puntadas diminutas son legendarias entre las aficionadas a la alta costura de los faralaes. En el taller hay otra bordadora, que la detesta. Ella lleva formándose desde niña en las escuelas más exigentes de bordado, y le dedica a su arte interminables sesiones de perfeccionamiento, mientras que Taumaturga parece realizar las tareas más difíciles sin el menor esfuerzo, y con una precisión y un preciosismo que son la admiración de todo el mundo. La otra bordadora, que se llama Zangolotina Kumamoto Yeyé, creía haber llegado a la cima de su profesión cuando el taller contrató a Taumaturga, y de pronto los mejores clientes empezaron a aban

Las niñas peligrosas

Los relatos veraniegos de La Niña Payasa - Hoy: Echabocha, la Chebecha. Echabocha, la Chebecha, es ama de llaves. Trabaja desde hace más de veinte años en la mansión de un viudo millonario. Bueno, no lleva siendo viudo tanto tiempo, al principio era un soltero de oro, y luego se casó con una bellísima mujer que era la genuina expresión de la maldad. Echabocha es eficaz, impecable e implacable, jamás ha cometido un desliz, todo en la mansión es una pura maquinaria cuyo engranaje solo ella es capaz de engrasar y afinar para que produzca los perfectos resultados que ella desea. Odia a su jefe, el viudo millonario que siempre la ha tratado con una frialdad abrumadora. Ella sabe cuál es su lugar y jamás esperó camaradería de su parte, pero un trato un poco más amable no hubiera sido realmente tanto pedir. También odiaba a su esposa, al igual que todo el resto de los mortales, y de hecho, tenía su propio plan para asesinarla. Su jefe se le adelantó, y por eso aún le odia más. Pero desd

Ética para la niña

Los relatos veraniegos de La Niña Payasa - Hoy: Pichiflindis Okenbewé Pichiflindis Okenbewé es un viudo millonario solo y triste. Vaga de balneario en balneario intentando encontrar una nueva esposa, pero como lo único que hace es sentarse en una mesa y poner cara de besugo, no encuentra pareja ni a tiros. Pero no es que tenga cara de besugo, es que la pone a propósito, porque en realidad no quiere encontrar una nueva esposa, bastante tuvo con deshacerse de la primera, que era más mala que arrancada. Lo bueno que tiene ser millonario es que el dinero no importa, porque mira que gastó dinero para cargársela, el hombre de dios. Tuvo que comprar un acuarium completo, con sus peces exóticos, sus estrellas de mar y sus tiburones blancos. Tenía el plan muy bien trazado, en un descuido la empujaría al estanque de los tiburones y a otra cosa, pero no hubo manera, porque era tan mala que en cuanto aparecía los escualos se hacían caquita y se apuntaban a seminarios sobre veganismo.

Ojos de niña azul

Los relatos veraniegos de La Niña Payasa - Hoy: Piliquituli Macatuli Piliquituli Macatuli es señorita de compañía. Trabaja para una rica y vieja dama absolutamente odiosa, la viuda Mrs Zampabollos, que la tiene como chica para todo. Piliquituli es una muchacha tímida y apocada, que siempre está temiendo cometer un paso en falso en el mundo aristocrático y sofisticado en el que se ve obligada a desenvolverse desde que trabaja para la vieja. Ella proviene de una remota aldea en la que solo vivían dieciséis personas, pero resulta que una de ellas era un superhéroe, y cuando los demás le desenmascararon lo hicieron a la barbacoa y se lo comieron con mucha mostaza. Desde ese día, se juró no volver a un sitio tan vulgar, y se dedicó a buscarse la vida. Ahora, con su trabajo está segura de que está en la buena dirección, puede que conozca a un millonario viudo y triste que haga de ella su nueva esposa y a partir de ese momento llevará una vida de lujo y relumbrón. Pero quien se

1984 niñas

Los relatos veraniegos de La Niña Payasa - Hoy: Tupinámbico Superferolítico Tupinámbico Superferolítico es un superhéroe. Cada noche sale a hacer su ronda y se encarga de que el crimen no triunfe nunca. Claro que como vive en una remota aldea del condado de Stroughtonaffordshire, tampoco es que haya mucho crimen que controlar, pero eso no es culpa suya. Él, cada noche, se pone sus mallas y patrulla. Como todos los superhéroes, Tupinámbico tiene un superpoder. El suyo consiste en lanzar rayos de ultramateria que convierten todo lo que tocan en ejemplares de las obras completas de José María de Pereda, el inmortal escritor montañés. El pobre Tupinámbico tiene los nervios destrozados, la presión de su tarea de superhéroe unida a la que le crea el tener que mantener una identidad secreta le está desquiciando. Mantener en secreto que eres un superhéroe en una aldea de dieciséis habitantes no es fácil, y en las reuniones del teleclub no se habla de otra cosa, así que el pobre está siem

Viento es la niña de Amor

Los relatos veraniegos de La Niña Payasa - Hoy: Sasafrandia Izkrisnalievin Sasafrandia Izkrisnalievin es un artista y viene de París. Bueno, no viene ahora de París, viene de su casa, pero estuvo estudiando en París varios años. Se fue allí porque quería convertirse en un músico virtuoso, pero cuando llegó al conservatorio y dijo que se quería matricular en silbido gomero le dijeron que eso no se estudiaba allí, así que tuvo que conformarse con estudiar el ukelele, que sí que goza de una gran tradición en la enseñanza musical francesa. Al pobre Sasafrandia el ukelele le parece una cosa como de chiste, y al principio le daba incluso vergüenza decir que estudiaba una cosa tan tonta, pero con el tiempo se le pasó y ahora le sigue pareciendo un instrumento de chiste pero gracias a él se gana los garbanzos, así que tampoco se queja tanto. Además, cuando volvió de París se encontró con que había una gran demanda de ukelelistas porque el instrumento se había puesto de moda y se

El sueño de una niña de verano

Los relatos veraniegos de La Niña Payasa - Hoy: Trampantojo de los Lereles y Capullo de Orleans Trampantojo de los Lereles y Capullo de Orleans es el príncipe que ha muerto hoy. Bueno, ya no es el príncipe, no solo porque ya está muerto, sino porque hace años que era el rey. Así que es el rey que acaba de morir. El rey ha muerto, viva el rey, aún resuenan en sus oídos las palabras y ya está flotando, viéndose a sí mismo en la cama del hospital, y ve una luz blanca y tal. Pero no la sigue, le parece demasiado plebeyo eso de ponerse a seguir luces blancas, espera a que venga algún embajador o algo semejante a marcarle el camino, pero nada. Así que se va a contemplar su reino, esperando que todos sus súbditos den grandes muestras de pesar por su desaparición. Pero todo el mundo está tan fresco, nadie parece haberse llevado un gran disgusto con su muerte, la gente sigue haciendo su vida como si nada. Trampantojo no lo entiende, él siempre fue un rey amable y cariñoso con su p

La niña no es para mí

Los relatos veraniegos de La Niña Payasa - Hoy: Leporela Filipéndola Leporela Filipéndola es vecina de Epo Itaitaiei, el militar de élite, pero apenas le conoce más que de vista. Ella trabaja en una pequeña tienda de barrio que vende artículos ecológicos, frutas y verduras orgánicas, medicamentos alternativos y todo tipo de productos relacionados. Leporela no prueba jamás nada de lo que vende, le parece todo asqueroso y prefiere ir en secreto al supermercado y comprar productos llenos de toxinas, que es lo que a ella le gusta. Pero no es su único secreto. Leporela es la mujer que amó al príncipe, la que con sus labios cerró sus heridas, la mujer que le explicó el mundo en un solo silencio, la que le permitió abrir los ojos por primera vez. Fue tal su intimidad que no se distinguían el uno del otro en la confusa eternidad de sus caricias. Cuando él concluyó su aprendizaje no volvieron a verse. Hoy el príncipe ha muerto y ella se siente extrañamente vacía mientras sigue el

La niña de Lammermoor

Los relatos veraniegos de La Niña Payasa - Hoy: Epo Itaitaiei Epo Itaitaiei es soldado en un cuerpo de élite del ejército. Participa en las misiones más arriesgadas, su entrenamiento ha hecho de él un atleta excepcional, alguien con una capacidad de supervivencia y ataque que le permiten afrontar los mayores peligros. Sus manos son un arma letal, pues sus conocimientos de artes marciales le permiten matar a su oponente sin que se dé cuenta de lo que le está ocurriendo. Hoy ha tenido que ir a una estación de metro en la que una robot se ha vuelto loca y ha empezado a matar gente. Epo ha sido el encargado de disparar el misil que ha acabado con ella. Después ha vuelto al cuartel, se ha cambiado y se ha ido a casa. Allí se ha sentado en el sofá y se ha bebido una cerveza. Y luego otra. Desde hace un tiempo no se siente bien, una tristeza inabarcable le ahoga con oleadas que le surgen del vientre y a duras penas le dejan respirar. Nada es como imaginaba. Su vida no tiene nada

La niña de los mil días

Los relatos veraniegos de La Niña Payasa - Hoy: Lisa 34859 Lisa 34859 es un robot con apariencia humana. Trabaja en una empresa que en realidad es una tapadera para turbios e ilegales negocios. Todos los trabajadores de la empresa son robots excepto un humano que últimamente se presenta cada día vestido de la forma más extravagante posible. Lisa ve cada día el disfraz del humano y lo registra en su memoria sin demostrar ninguna sorpresa. Claro que tampoco podría hacerlo, los robots no se sorprenden fácilmente. Un día en que Lisa va caminando por uno de los pasillos del edificio, tropieza en un pliegue de la moqueta y se da un ligero golpe en la cabeza. No es nada serio, y ella no le presta mayor atención, pero lo cierto es que los resultados van a ser más graves de lo que ella piensa. Un pequeño circuito de su cabeza ha resultado dañado, y en consecuencia, la personalidad de Lisa, que había sido programada para ser educada y superficial, se transforma. Se convierte en una

Cuando llegue la niña

Los relatos veraniegos de La Niña Payasa - Hoy: Cibouletto Atangierópulos Cibouletto Atangierópulos es un alto ejecutivo. Trabaja en una de las empresas de los McKerrigansey, aunque no conoce en persona a ningún miembro de la familia. Su trabajo es similar al de cualquier ejecutivo, y él, como cualquier ejecutivo, tiene una riquísima vida interior que suple la falta de incentivos en el trabajo. Un día, Cibouletto siente que necesita cambiar algo o se volverá loco, y decide cambiar un poco su aspecto para acudir a la oficina. En vez del severo traje oscuro impecablemente cortado con el que se presenta todos los días en su puesto de trabajo, se pone un pantalón blanco de lino y una camiseta de tirantes. El lino es casi transparente, y no se ha puesto ropa interior, así que cuando entra al edificio de la empresa se imagina que las reacciones serán de sorpresa y horror, pero está dispuesto a perder su empleo, no puede soportar más el aburrimiento. Pero lo cierto es que no hay

Lo que la niña esconde

Los relatos veraniegos de La Niña Payasa - Hoy: Alistair McKerrigansey III Alistair McKerrigansey III es un rico heredero, un vástago selecto de la más exquisita aristocracia. Su estirpe se remonta hasta más allá de los normandos, y diríase que entronca incluso con los propios dioses, tal es el grado de pureza de su sangre. Vastos imperios financieros y latinfundísticos que durante incontables generaciones han nutrido su raza hacen de él un ser verdaderamente superior, digno de veneración y elogio, estar en su presencia es ya un honor para cualquier miserable mortal que ose aproximársele. Pero lo cierto es que no se le nota nada. Es gangoso y tartamudo, bueno, tartamudo ya no, pues ha seguido una terapia basada en la inmersión en orina de burra fermentada, y ya no tartamudea. Pero gangoso sigue siendo, así que la reverencia que su porte debería provocar, según sus padres, queda bastante atenuada en cuanto empieza a hablar. Y la verdad es que a él le importa un rábano, está harto

Así en la niña como en el cielo

Los relatos veraniegos de La Niña Payasa - Hoy: Rosie Poughkeepssie Rosie Poughkeepssie es dependienta en una librería especializada en idiomas a la que acuden innumerables estudiantes y profesores de todas las lenguas imaginables, e incluso de algunas imaginarias. Pasa los días recomendando nuevas ediciones de manuales de lenguas que ni siquiera es capaz de leer. Al principio le resultaba divertido, incluso fascinante, cuando le llegaba un libro nuevo, intentar adivinar de qué idioma se trataba. Pero han pasado algunos años, y ahora no siente más que indiferencia por todos aquellos alfabetos indescifrables. Tanto trabajar con palabras incomprensibles le estaba empezando a robar las suyas, las que sí entendía con dificultad. Un día en que un profesor de arameo de rasgos orientales le estaba preguntando por las últimas novedades en métodos audiovisuales para su idioma, Rosie se vino abajo, y le suplicó al profesor que la llevase al lavabo más cercano y la poseyera de la manera más

La niña contra Alphaville

Los relatos veraniegos de La Niña Payasa - Hoy: Ching Pang Pung Ching Pang Pung es chino y enseña arameo. La combinación le sorprende incluso a él cuando se detiene a pensar en ello. Desde que era pequeño demostró una enorme facilidad para los idiomas, por lo que en la escuela popular en la que estudiaba potenciaron esta habilidad con la intención de que se acabase convirtiendo en un valioso agente de inteligencia que pudiera infiltrarse en cualquier país y ser tomado por un nativo. Pero claro, no se dieron cuenta de que era chino, con lo cual en cuanto intentaba infiltrarse en cualquier sitio le descubrían inmediatamente, y el único sitio en el que se podía infiltrar sin ser notado era China, y para eso no necesitaba aprender veintitrés lenguas. Porque, para cuando se dieron cuenta del detalle, Ching ya había aprendido veintitrés lenguas, nada menos. Y además, de las veintitrés, cuatro eran lenguas muertas, así que como no quisieran infiltrarle en la Odisea, no es que tuviesen m

La niña y las hogueras

Los relatos veraniegos de La Niña Payasa - Hoy: Atarateka Kokomifú Atarateka Kokomifú es una muchacha sencilla que se fue un día de su pequeño pueblo a la gran ciudad para labrarse un porvenir. Lleva ya diez años en la ciudad y no ha vuelto al pueblo ni para decir que no la esperen. Pensaba que la vida en la ciudad iba a ser dura, pero estaba equivocada, se encontró como en casa desde el primer día. Al poco de llegar encontró un trabajo de secretaria y poco a poco fue ascendiendo hasta llegar a ser secretaria de dirección. Desde hace dos años es la asistente personal de la presidenta del consejo de administración, Stella, una mujer poderosísima. Atarateka, entre reunión y reunión, atiende a todas las necesidades de su jefa, dando gracias cada vez de haber dejado el maldito pueblo y la maldita naturaleza. Prefiere mil veces bajarle las bragas a su jefa que escuchar el rumor de los campos y el canto de los pajaritos, por ella se los pueden comer a todos fritos, menudo descanso. Su

El espejo de la niña se rasgó de parte a parte

Los relatos veraniegos de La Niña Payasa - Hoy: Stella Campanella. Stella Campanella es funambulista y equilibrista aficionada. Desde pequeña hace volatines y da saltos mortales con la facilidad con la que sus amiguitos comían pan con chocolate. El único que la comprendía por entonces era su amigo Zoroastrasio, porque él era cantante y simpatizaba con su vena artística. Ella siempre estaba girando o con la cabeza abajo, andando con las manos, saltando, rebotando y alborotando, que es que era un no parar. Todos pensaban que se dedicaría al circo, pero no, cuando se hizo mayor decidió dedicarse al mundo de los negocios y es presidenta del consejo de administración de dieciséis empresas multinacionales, lo que la ha hecho inmensamente rica y poderosa. Se relaciona con las élites financieras y políticas y está considerada una de las personas más influyentes del mundo. Constantemente se reúne con jefes de estado, presidentes y reyes, que le hacen la pelota de la manera más rui

La niña del perrito

Los relatos veraniegos de La Niña Payasa - Hoy: Zoroastrasio. Zoroastrasio es cantante pero ya apenas canta. Se mira en el espejo mientras hace sus ejercicios de respiración, pero lo hace más por costumbre que por entusiasmo; el entusiasmo se le desdibujó en algún momento entre una clase de voz y un recital en un auditorio desconocido y semivacío, o en el camino a un bolo en algún pueblo perdido, o en el terrible momento en que esperaba el elogio de alguien especial, y notó que era solo la amabilidad lo que movía el comentario. De hecho, se mira en el espejo y en realidad ya no está haciendo sus ejercicios, solo se observa repasando sus rasgos. Hoy ha visto esos rasgos en su hermana Oda Mae, no se ven muy a menudo y ni siquiera se parecen demasiado, pero últimamente cada vez que la ve se siente como cuando se coloca frente al espejo, se queda observándola y no sabe qué decir. Zoroastrasio le ha dedicado a la música sus mejores esfuerzos: clases de canto, ensayos, horas de estudio

Las sandalias de la niña

Los relatos veraniegos de La Niña Payasa - Hoy: Oda Mae Kirkpatruczynsky Oda Mae Kirkpatruczynsky está sentada en el porche de su casa viendo el atardecer y bebiendo un ponche sureño a base de whisky y nada más. A su lado, su marido, el jefe de policía Owen Kirkpatruczynsky le está contando lo desesperadamente solo que se siente, pero ella no le escucha. Él intenta retomar de algún modo su relación, que parece haberse congelado hace años por pura apatía por parte de los dos, pero esta noche él está intentando que algo suceda, que algo sea real en medio de la extraña parodia de matrimonio que viven. Owen siente que hoy algo debería ser diferente, lleva todo el día suplicando en silencio que algo pase. Uno de sus mejores hombres, Robert, ha entrado en la cárcel por haber matado a un ladrón, y de alguna manera siente que todo se viene abajo, que todo lleva años derrumbándose a cámara lenta ante su mirada impotente. Y necesita, de pronto, a su mujer, Oda Mae, a la que apenas conoce,

Tu niña envenena mis sueños

Los relatos veraniegos de La Niña Payasa - Hoy: Ágläx Ágläx es una elfa, y también es la amiga imaginaria de Robert, un policía rudo y despiadado por fuera pero tierno y dulce por dentro. Ágläx formaba parte del mundo imaginario de Lucio, un muchacho que fue detenido por Robert. Cuando Lucio descubrió por casualidad que Robert vestía ropa interior femenina, Ágläx sintió algo extraño, y se dio cuenta de que además de elfa era un poco golfa, así que decidió cambiar de mundo imaginario y se fue con Robert, segura de que con él llevaría una existencia imaginaria mucho más entretenida que con el chaval. Desde entonces habita el mundo del policía, un mundo en el que siempre existe el contraste entre la dureza externa y la ternura interna. Robert le explicó que no hacía mucho que estaba experimentando con la ropa de mujer, y que todo había surgido casi por casualidad. Una prueba de un delito menor olvidada en un cajón que llegó a sus manos por error, y una indescriptible sensación de paz