El sueño de una niña de verano


Los relatos veraniegos de La Niña Payasa - Hoy: Trampantojo de los Lereles y Capullo de Orleans

Trampantojo de los Lereles y Capullo de Orleans es el príncipe que ha muerto hoy. Bueno, ya no es el príncipe, no solo porque ya está muerto, sino porque hace años que era el rey. Así que es el rey que acaba de morir. El rey ha muerto, viva el rey, aún resuenan en sus oídos las palabras y ya está flotando, viéndose a sí mismo en la cama del hospital, y ve una luz blanca y tal. Pero no la sigue, le parece demasiado plebeyo eso de ponerse a seguir luces blancas, espera a que venga algún embajador o algo semejante a marcarle el camino, pero nada. Así que se va a contemplar su reino, esperando que todos sus súbditos den grandes muestras de pesar por su desaparición. Pero todo el mundo está tan fresco, nadie parece haberse llevado un gran disgusto con su muerte, la gente sigue haciendo su vida como si nada. Trampantojo no lo entiende, él siempre fue un rey amable y cariñoso con su pueblo, e imaginaba que todo el mundo le quería. No esperaba suicidios colectivos, pero vamos, alguna muestra de pesar no le hubiera parecido nada excesivo. Pronto descubre que algo extraño ocurre, y es que realmente nadie se ha enterado de su muerte, más aún, que nadie le conoce, no saben quién era. Es extraño que la gente no sepa que tiene un rey, y es que resulta que la gente no tiene un rey desde hace años, hubo una revolución muy bonita y la monarquía fue abolida, ahora hay una república y la gente vota cada seis años un presidente, que siempre es más corrupto que el anterior. Pero nadie se lo dijo al rey por no darle un disgusto, así que él ha seguido reinando como si nada, pero poco a poco todo el mundo se ha ido olvidando de él. Y ahora está muerto y el disgusto se lo lleva igualmente, pero como está muerto a nadie le importa. Así que Trampantojo va hacia la luz blanca intentando que no se le noten las lágrimas. Los fantasmas no lloran.

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