La niña y las hogueras


Los relatos veraniegos de La Niña Payasa - Hoy: Atarateka Kokomifú

Atarateka Kokomifú es una muchacha sencilla que se fue un día de su pequeño pueblo a la gran ciudad para labrarse un porvenir. Lleva ya diez años en la ciudad y no ha vuelto al pueblo ni para decir que no la esperen. Pensaba que la vida en la ciudad iba a ser dura, pero estaba equivocada, se encontró como en casa desde el primer día. Al poco de llegar encontró un trabajo de secretaria y poco a poco fue ascendiendo hasta llegar a ser secretaria de dirección. Desde hace dos años es la asistente personal de la presidenta del consejo de administración, Stella, una mujer poderosísima. Atarateka, entre reunión y reunión, atiende a todas las necesidades de su jefa, dando gracias cada vez de haber dejado el maldito pueblo y la maldita naturaleza. Prefiere mil veces bajarle las bragas a su jefa que escuchar el rumor de los campos y el canto de los pajaritos, por ella se los pueden comer a todos fritos, menudo descanso. Su vida es frenética, siempre pendiente del teléfono, y siempre organizando grandes citas internacionales para su jefa. Le encanta su vida, y lo único que podría acabar de llenarla sería satisfacer su deseo secreto de aprender sánscrito, deseo que nunca podrá cumplir, pues todos los empleados de la empresa deben firmar un documento en el que se comprometen a no aprender dicha lengua bajo ningún concepto. Su sola mención ha causado despidos y suicidios fulminantes, así que a Atarateka no le queda más remedio que aguantarse y aprender arameo, que no le interesa un pimiento, pero que es una lengua muy valorada por sus superiores. 

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