Nueve niñas y media

Mira que es desgracia lo de la niña, que para un día que el misticismo le funciona y le atraviesa el corazón una flecha de amor divino, resulta que tenía hora para hacerse la pedicura y no tenía a mano el móvil para anularlo, total que al final ni pedicura ni unión mística, que con el estrés se le quitó el arrobo y encima se le quedó un mal cuerpo horroroso.

Comentarios