Ser o no ser la niña

La ansiada y definitiva niña ha repudiado a toda su familia. Estaba hasta la pepitilla de escándalos, así que ha passado de todos ellos con un gesto de su mano enguantada. Hasta se ha comprado una familia entera nueva, tal era su ardor. Pero, lo que son las cosas de la intolerable y adorada chiquilla, hacer efectivo el repudio y empezar a echarles de menos fue todo uno. Así que se fue corriendo a reencontrarse con ellos, y lloraron y sufrieron todos como camellas. Ni que decir tiene que el ambientazo en Chez Payasa es bárbaro, con la familia antigua en fase de descontrol y la familia nueva poniéndose al día a base de martinis. Hacen todos botellón en el jardín zen, y juegan al escondite en el vestidor de la nena, que ya ha vendido tres veces la exclusiva a tres programas de televisión, a cual más desagradable.

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