Las niñas de Salem

Es el constante amor del viento del este el amor que destruye a la niña payasa, el que amenaza su vientre con cálidos susurros. Callan sus ojos el fin de la ternura, el amanecer del tiempo futuro, un tiempo desnudo y silencioso en el que llorará la niña todo lo que olvidó entre las sombras de los edificios del invierno.

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