Qué he hecho yo para merecer a la niña.

Muertos y heridos hubo el otro día en la puesta de largo de las gemelas. El acontecimiento del año de la vida social tuvo lugar en el aparcamiento del Alcampo de Utebo, en un momento en que los de seguridad asistían a un curso de sodomía para el nuevo milenio. Se congregaron miles de invitados y se repartieron la botella de Freixenet que la nena había robado previamente. Después devoraron a los seguratas que volvían del cursillo y se fueron todos en manifestación al convento de Santa Catalina, a profesar, que les dio el rollo místico. Pero la superiora del convento era la amante de una de las seguratas, y estaba de un humor espantoso, imagínense, así que los mandó a todos a escaparrar y se quedaron compuestos y sin toca.

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