Un mundo feliz

Un mundo sin niños ni adolescentes. Todo el mundo nacería con treinta y dos años, que es la edad en la que algunas personas comienzan a ser tolerables (muchas otras siguen toda su vida siendo completamente insoportables, pero ese problema será solucionado en su momento por la niña payasa). No habría libros infantiles (sólo por eso merece la pena la medida), ni películas para adolescentes, no existiría la ESO y el acné sería delito. ¿Se imaginan un mundo sin Shakira, Jennifer Lopez, Alejandro Sanz? El paraíso, vamos.

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