Cállate, niña, no llores más

Madre coraje donde las haya, la niña se esfuerza por mantener unida a la familia ante cualquier adversidad. Ayer, sin ir más lejos, se le rompió una uña, y Renta inmediatamente le mandó un sms con el teléfono de su manicura. Por cierto, que el tal manicura es un elemento de cuidado, parece ser que es el único estilista heterosexual del hemisferio. Incluso el fútbol le gusta, figúrense qué degradación. Total, que acabaron todos emborrachándose con bizcochos mojados en mistela, y Renta confesó su intención de volver a cambiar de nombre para llamarse ahora Peritonitis. Pero la nena estuvo muy madre por una vez: le soltó dos bofetones y ahí tienen ustedes a una mujerona como Renta castigada sin salir. El castigo duró lo que un martini en manos de la niña, vamos, que Renta salió y entró a su antojo, pero al menos se le quitó de la cabeza la bobada ésa de cambiarse el nombre. De lo de entrar en un reality no ha vuelto a decir nada, así que habrá que estar atentos a las pantallas y ponerse en lo peor.

Comentarios

Carlos L. Melús ha dicho que…
Dudo mucho que esta entrada suscite más comentarios que el cuadro sinóptico precedente. Dónde va a parar.
Elazotedelinfiel ha dicho que…
Pobre niña, no la desmoralices con tu férrea intransigencia....
Implacable ha dicho que…
A la niña no la desmoraliza nadie
panxoliña ha dicho que…
Como al final se vuelva a cambiar de nombre, a los del Registro Civil los va a volver locos...