En el nombre del hijo de la niña

El remoto internado del condado de Strattfordshire va ganando poco a poco terreno en la lucha por el lugar con más marcha del universo. Resulta que Apendicitis, cómo no, estaba llevando una doble vida. (Triples y cuádruples las ha llevado su mamá, así que no se sorprendan). Durante el día, sin descanso se dedicaba al estudio y las obras pías, pero al llegar la noche se dedicaba a sacarse el título CCC de Maquilladora especializada en fiestas de despedida de soltera de pueblo. Su secreto salió a la luz cuando insistió en hacer prácticas con el director del internado, Mr Stoughton, que resultó ser terriblemente alérgico a la papaya, ingrediente fundamental en la mascarilla desincrustante con la que comenzaba el tratamiento. Los picores que le ocasionó la reacción le impidieron entregar a tiempo el trabajo final del curso CCC de Putarraca pastillera de Móstoles, que el estricto Mr. Stoughton realizaba en secreto en sus escasos ratos de ocio. Total, batalla campal en el claustro. Volaban las papayas y los pelucones, y hasta las figuras esculpidas en los capiteles hacían apuestas sobre el resultado de la contienda. El internado ha sido transformado en un hotel de lujo con spa, y Apendicitis y Mr Stoughton han decidido contraer matrimonio por el rito balinés. ¿Invitarán a la niña? ¿Se teñirán el pelo todos de color zanahoria?

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