Niñas, al salón

Desengañada por la superficialidad del mundo y las relaciones humanas, sobre todo las que mantenía con Fascitis Plantar, Renta Per Capita ha decidido abjurar de su escandalosa vida de tacones imposibles, y volver al claustro. No al materno, que menuda expedición, sino al claustro del olvidado colegio del condado de Hampshire, de donde nunca debió salir. De rodillas ha recorido el largo y tortuoso camino, y el rigor de sus penitencias ha conmovido hasta a las piedras. Ha sido recibido por la comunidad en pleno, que le ha aplicado un enema y un exorcismo (¿de cuál habrá disfrutado más?) antes de raparle el pelo al cero y rebautizarle con el nombre que su inexplicable madre le impuso al nacer. Apendicitis ha llorado todo el tiempo lágrimas de felicidad, y de vez en cuando echaba miradas de reojo, no se fuera a presentar mamá payasa a robarle el plano. Pero no había peligro, la nena estaba de campaña electoral diciendo estupideces por todos los pueblos de España, y no tenía tiempo de autos de fe. Menuda es ella.

Comentarios

Elazotedelinfiel ha dicho que…
¡¡¡Clavadito, clavadito a Tannhäuser!!
panxoliña ha dicho que…
Apendicitis returns...
rubia ha dicho que…
Eso me temo.....panxoliña.