La maldición de la niña

Ella olvidó su maleta, su llave, su nombre, su propósito en la vida. Quedó anclada en una calle de la ciudad extraña que no reconocía. Incomprensible le eran la lengua y las costumbres. Lloró durante varios minutos, y luego decidió dominar el mundo antes del jueves.

Comentarios

Unknown ha dicho que…
Anda, como yo ¿Y si te pasas al viernes?
yomisma ha dicho que…
y no hay duda de que con semejante determinacion ,lo consigue.