Pero mira cómo beben las niñas en el río

La pretensión de la detestable muchachita de protagonizar ella sola la cabalgata de reyes, alegando que ella es una y trina y que no le salía del parrús compartir protagonismo con nadie, y mucho menos con Prudencia y Apostasia, que tenían tramado un complot para salir disfrazadas de camellas rollo lésbico, ha provocado las más airadas reacciones por parte de las autoridades locales, que han terminado por atar a las tres desventuradas a tres postes y han hecho turnos para escupirlas, pisotearlas y abofetearlas, en ese orden. Por desgracia, y pese a las súplicas de las tres mentecatísimas, ninguno de ellos tuvo cuerpo de profanar su virtud, pues se hartaron de tanta insensatez y se fueron a perseguir a los pajes de la cabalgata, que llevaban todos unos leotardos de lo más revelador.

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