Transfiguración de la niña

Su cuerpo es lienzo de todas las ternuras, acoge su vientre el resplandor de la noche inmensa. Manos inquietas trazan sobre sus miembros las palabras aprendidas, las palabras olvidadas, eligen con cuidado las tintas más sutiles para escribir sobre ella el testimonio de su propia carne, el color azulado de su mirada triste se desliza hacia cada uno de los puntos cardinales. Ella es el mundo en estas horas oscuras, la fuerza está en su sombra, amanecer silencioso de todos los planetas, canción imposible de todos los amantes.

Comentarios