Veinte poemas de amor y una niña desesperada


Los relatos veraniegos de La Niña Payasa - Hoy: Lucio Edgardo Enríquez

Lucio Edgardo Enríquez es un muchacho tímido y callado. En la escuela a la que acude cada día no tiene ningún amigo; el único que tuvo, Timmy, perdió a sus padres en un accidente y se trasladó a vivir con unos parientes, por lo que no volvieron a verse. Lucio le echa de menos pero pronto le olvida y sigue adelante solo. Pronto empieza a desarrollar un mundo interior que nadie sospecha, poblado por todo tipo de criaturas fantásticas, en el que se siente a sus anchas. Su padre no está nunca en casa, es representante de artículos de peluquería y se pasa la vida en la carretera. Su madre está siempre en casa viendo la tele y no presta a Lucio la menor atención, por lo que el chico se va alejando cada vez más de la realidad, sin nada que le ate a ella. Un día, mientras vive una de sus fantásticas aventuras, infringe la ley al destrozar una señal de tráfico sin ser consciente de ello, y acaba detenido. En el trayecto a la comisaría descubre, por accidente, que el oficial que le ha detenido viste ropa interior femenina, lo que enfurece al agente y hace que lo que se hubiera saldado con una reprimenda y una pequeña multa se convierta en dos noches en el calabozo. Allí, por primera vez en mucho tiempo, se relaciona con personas reales e incluso llega a ser más o menos amigo de Stan, un ladrón de poca monta que se pasa la vida entrando y saliendo de la cárcel. Esta vez, sin embargo, la condena va a ser mayor, pues es reincidente y el robo es de mayor envergadura. Pese a que Lucio solo pasa dos días en el calabozo, cuando sale sigue en contacto con Stan, y cuando éste es efectivamente condenado a siete años, Lucio llora. Durante los años siguientes Lucio visitará a Stan cada semana en la cárcel del estado sin que ninguno de los dos se plantee en ningún momento la naturaleza de su relación. Cuando Stan por fin queda en libertad, Lucio le está esperando y los dos se abrazan. Seguirán siendo amigos toda la vida, los dos se casarán y tendrán hijos y las dos familias se reunirán constantemente. En una fiesta de nochevieja, los dos borrachos, se besarán en silencio pero ninguno lo recordará. 

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