Onnanoko no monogatari
La niña se fue a la fragua con su polisón de nardos, y se encontró con Apendicitis, que llevaba unos taconazos mucho más altos que los suyos. El reencuentro de madre e hijo fue tan emotivo que sería indecente contarlo aquí. Ahora comparten el rimmel y las minifaldas, están encantadísimos/as, y han jurado no volver a poner el pie en una fragua, que para pasar calor ya están los Monegros en verano.
Comentarios