Algún día esta niña te será útil.

Purificada incensada e inmaculada alza su voz eterna la niña eterna la eterna implacable y fugaz, la introspectiva e intransigente niña despierta de su letargo después de que la empresa de criogenización le cortara el suministro por impago de 1038947087 facturas. Desorientada, intenta aferrarse al presente que desconoce, hasta que coge un periódico del suelo y se da cuenta de que solo ha estado ausente tres cuartos de hora, ella que pensaba emerger en un mundo futuro lleno de martinis y maromos en ropa interior. La familia bien, gracias, desde que les falta la niña se han inscrito en una iglesia evangélica y cantan rumbas todo el santo día, menuda le espera a la niña para meterlos a todos en vereda. Total, que camina tres o cuatro pasos con cara ausente, se da cuenta de que no lleva bragas y se teme lo peor. Emplea cuatro semanas en definir el concepto de peor y subirlo al facebook para que sus seguidores devoren sus palabras como un néctar que ansiasen desde el origen del mundo, pero se equivoca de botón y lo que hace es publicar una foto de lo más reveladora en la que se le ve el célebre y misterioso tatuaje que ningún ser humano había podido contemplar jamás a menos que pagase un menú con pan y vino en la tasca de la esquina. Varios políticos del PP han declarado que en su vida hay un antes y un después y que la palabra corrupción ha adquirido para ellos nuevos y simpatiquísimos significados, y ahí tenemos a la niña arengando a las masas para que corten la cabeza del Bautista, que es el antiguo mayordomo de la Preysler, que ha caído en desgracia desde que salió en el Deluxe confesando que les compraba los Ferrero Rocher a los chinos de Alcorcón. A continuación la nena ha descongelado el cadáver de Walt Disney, lo ha despiezado y ha organizado una barbacoa chic en la que solo se sirve carne cruda de especies en peligro de extinción y chips de solomillo de Disney con salsa grumosa de vino tinto. Las aglomeraciones para asistir al evento han obligado a cerrar la carretera de la Coruña, por la que venía el sindicato de pulpeiras en procesión dispuestas a hacerse con el control, pero menuda es la nena, ha dicho que el pulpo está out y no las han dejado pasar de Navacerrada, donde todas han perecido congeladas, cogidas de la mano en un círculo místico que provoca turbulencias hasta en la Thermomix de mis vecinas. El futuro es oscuro y duro, y lo peor, ya está aquí. La niña ha vuelto.

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